Homilías

LA ROCA

Celebrando a los Apóstoles San Pedro y San Pablo

La Fe de Pedro - la Fe de Pablo - la Fe del Papa Francisco - la Fe de León Catorce - nuestra Fe

“Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo”. Con estas palabras, Simón Pedro declara su FE. Se trata de algo más que un reconocimiento, una confesión. Se trata de una proclamación con “fuerza de Ley”. Al declararlo Mesías o Ungido, está reconociéndolo como el legítimo descendiente y sucesor del rey David, autoridad fundacional del Reino de Israel, sobre quien, mil años atrás, el profeta Samuel, por orden de Dios, había consagrado ungiéndolo con aceite derramado en su cabeza. Ahora bien, Simón no se contenta con reconocer en Jesús al Rey terrenal: lo ve como Rey del Universo, al reconocerlo como Hijo del Dios que vive en el cielo.

A esta confesión del Apóstol, Jesús retruca afirmando que esta Fe de Pedro será la Roca sobre la que se construirá la Iglesia

Para Simón Pedro, Jesús es la Roca viva sobre la cual construimos nuestra existencia. Para Jesús, la Fe de Pedro es la Roca. La Fe de Pedro lo lleva en Roma a dar su vida por Cristo.

La Fe de Pablo, al igual que en Pedro, es Jesucristo, la Roca que lo fuerza a cambiar el rumbo de su vida: de cruel perseguidor de los primeros cristianos a valiente testigo de Cristo, difundiendo sin desfallecer el mensaje del Señor, hasta terminar derramando su sangre por Jesús, en Roma.

Desde el día de la Ascensión del Señor a los cielos, nadie lo volvió a ver, pero las nacientes comunidades cristianas asentaron sus bases sólidas en la misma Roca de Pedro y Pablo, tanto en los grupos humanos de origen judío como pagano, tanto en Palestina y Siria como en Asia Menor, Macedonia, Egipto, Grecia y Roma.

La Fe de Pedro y Pablo, la Fe de las primeras comunidades es la Fe de la Iglesia, santa y pecadora, desde el siglo Primero hasta el siglo Veintiuno. La Fe de Pedro y Pablo es la Fe de los papas, santos y pecadores hasta Pío Doce, Juan Veintitrés, Pablo Sexto, Juan Pablo Primero, Juan Pablo Segundo, Benedicto Dieciséis, Francisco y León Catorce.

La Fe de Pedro y Pablo es nuestra Fe.

Hoy le decimos a Jesucristo: “Tú eres nuestro Rey, Tú eres nuestro Dios y Señor. En Ti creemos. Tu Corazón, Jesús, es el Sol que alumbra los caminos de nuestra existencia, para recorrerlos sin desfallecer. Tu Corazón, Jesús, es la Roca sobre la que queremos construir nuestras vidas. Contigo, para siempre, Señor”