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Homilías

¿TREMENDO O TIERNO?

Domingo 5 de noviembre 2023 - XXXI tpo.ord.

Los trozos bíblicos de hoy nos dejan perplejos ante una imagen de Dios aparentemente polifacética.

Si nos atenemos a la primera lectura, del profeta Malaquías, nos estremecemos de pavor, y con razón. Si pensamos bien, ¿Podemos quedar indiferentes ante conductas depravadas? Y esto es básicamente lo que está denunciando el profeta: conductas desviadas de los sacerdotes y levitas que tienen la responsabilidad de guiar al pueblo en el culto al único y verdadero Dios.

Jesús, en el trozo evangélico de hoy, también fustiga a los hipócritas que pretenden poner a los demás, en nombre de Dios, reglas de conducta que ellos mismos no cumplen y se hacen llamar “padres” o “maestros”. Sin duda, Jesús se muestra duro ante lo inaceptable, pero muestra la dulzura del fondo de su corazón. Para Jesús, la autoridad no está en imponer reglas a los demás sino en SERVIR A LOS DEMÁS. Y no es necesario que Jesús lo diga, porque es lo que Él hace, hasta el extremo de darnos su vida.

En la segunda lectura, vemos al Apóstol Pablo tratando de reflejar la vida y las enseñanzas de Jesús ante sus fieles de Tesalónica. La actitud de Pablo como apóstol de Jesús-Maestro, quiere ganarlos por la condescendencia y el afecto.

Nosotros, como seguidores de Jesús, nos damos cuenta que hay cosas inaceptables que debemos denunciar, porque Él así lo hizo. Sin embargo, está la otra faceta: corregirnos, enmendar la plana, ponernos en las manos del Señor y continuar adelante, ganando con nuestro humilde servicio, con afecto y condescendencia, más seguidores de Cristo.  Si esto es así, como lo dice el salmo responsorial, el Señor guardará nuestra alma en la paz.

 

I.A.

 


En breve

COMUNIDAD VIRTUAL

Nuestro EQUIPO lo hemos integrado laicos y sacerdotes de distintos países y edades. Nos vincula la Fe, la Esperanza y el Amor. Unámonos en familia, cantando y compartiendo la Palabra de Dios.

LA FE y LOS HECHOS

Comentario a las lecturas bíblicas del 24° domingo del Año Litúrgico.

Hoy día vamos a ver dos realidades totalmente distintas y de diferente naturaleza, que sin embargo se encuentran tan estrechamente vinculadas que, si las separamos, pierden su sentido. Nos referimos a FE y OBRAS, mejor dicho, la FE y los HECHOS.