Homilías
22 DE OCTUBRE: DOMINGO 29 DEL TIEMPO ORDINARIO
“DAD AL CÉSAR LO QUE ES DEL CÉSAR y A DIOS LO QUE ES DE DIOS” desde Tokyo por Juan Vicente Catret S.J.
Esta frase del Evangelio de este domingo es el centro del mensaje de JesĂşs, que separa “polĂtica y religiĂłn”. Hay que pagar taxas al Estado, cumplir con los preceptos del ciudadano: “dar al CĂ©sar lo que es del CĂ©sar”, pero si somos hechos “a imagen y semejanza de Dios”, nosotros – como tal – debemos dar a Dios nuestro respeto, fe, reverencia, alabanza, amor de hijos, imitando a la “imagen perfecta” de Dios Padre, que es Jesucristo nuestro Señor.
22 DE OCTUBRE: DOMINGO 29 DEL TIEMPO ORDINARIO
“DAD AL CÉSAR LO QUE ES DEL CÉSAR y A DIOS LO QUE ES DE DIOS”
Esta frase del Evangelio de este domingo es el centro del mensaje de Jesús, que separa “política y religión”. Hay que pagar taxas al Estado, cumplir con los preceptos del ciudadano: “dar al César lo que es del César”, pero si somos hechos “a imagen y semejanza de Dios”, nosotros – como tal – debemos dar a Dios nuestro respeto, fe, reverencia, alabanza, amor de hijos, imitando a la “imagen perfecta” de Dios Padre, que es Jesucristo nuestro Señor.
Creo que este es el mensaje de este domingo.
Ya en la primera lectura se exalta por así decir la figura de Ciro, el Emperador que derrotó el poder de Babilonia, diciendo en boca de Dios por medio del profeta Isaías: “Así dice el Señor a su Ungido, a Ciro, a quien lleva de la mano...te llamé por tu nombre, te dí un título, aunque no me conocías”...
Y en el Evangelio, con esa pregunta trampa de los Fariseos de si hay que pagar o no el tributo a Roma, Jesús pide que le enseñen una moneda: un denario en el que estaba esculpida la cara del César de Roma, y dice que le den a él lo que es de él, pero a Dios lo que es de Dios. Los fariseos se debieron quedar sin palabra ante tal sabiduría de Jesús. Ellos creían que si decía que no hay que pagar al César, porque Israel sólo tenía a Dios como Dueño Supremo, entonces le podían acusar ante los Romanos. Y si Jesús decía que sí, que debían pagar los tributos a Roma, entonces era traidor a su pueblo de Israel. ¡Jesús estaba en sus manos! Pero la sabia respuesta de Jesús, los acalla. Y con ella nos está diciendo a todos que “somos imágenes de Dios”, que por lo tanto le debemos esa gratitud de hijos y seguir a Jesús la imagen perfecta puesta ante nuestros ojos y en nuestro corazón, si es que creemos en él. Pero como dijo Jean Cardonnel (1921-2009), un famoso dominico francés que fue de misionero y profesor de teología al Brasil: “cuando la masa de los hombres ha sido desfigurada para que nadie pueda ver a quien podría asemejarse, entonces, al caer de repente en la cuenta, esto modifica la existencia y turba la tranquilidad. Restituye a cada hombre su imagen y semejanza creadora con el Creador. Porque la imagen y semejanza creadora de cada hombre con el Creador ha sido robada por los dueños del mercado”.
También San Antonio de Padua (1195-1231) en un sermón dijo:
“De la misma manera que esta moneda de plata lleva la imagen del César, igualmente nuestra alma es imagen de la Sma. Trinidad...impresa en nuestra razón...El rostro de Dios es nuestra razón, porque de la misma manera que se conoce a alguien por su rostro, así conocemos a Dios por el espejo de la razón. Pero esta razón ha sido deformada por el pecado del hombre...La gracia de Cristo ha reparado nuestra razón...Toda la Trinidad ha hecho al hombre según su semejanza. Por la memoria, se asemeja al Padre; por la inteligencia se asemeja al Hijo; por el amor, se asemeja al Espíritu...Por eso el Señor dice: Dad al César lo que es del César, como si dijera: De la misma manera que devolvéis al César su imagen, así también devolved a Dios vuestra alma revestida y marcada con la luz de su rostro”.
Es lo que S. Pablo escribe a los Tesalonicenses, en la segunda lectura de este domingo. Les alaba porque actúan “como imágenes de Dios en Jesucristo”: “Ante Dios, nuestro Padre, recordamos sin cesar la actividad de vuestra fe, el esfuerzo de vuestro amor y el aguante de vuestra esperanza, en Jesucristo nuestro Señor”.
Quiero terminar con una poesía de Amado Nervo (1870-1919), poeta mejicano que canta:
¿CÓMO ES?
¿Es Dios personal? ¿Está fuera de nosotros?
¿Es impersonal? Alma mía, hace tiempo
¿Tiene forma? que tú ya no te preguntas
¿no tiene forma? estas cosas.
¿Es esencia? Tiempo ha que estas cosas
¿Es substancia? ya no te interesan.
¿Es uno? Lo único que tú sabes
¿Es múltiple? es que le amas.
¿Es la conciencia del universo?
¿Es voluntad sin conciencia y sin fin? j.v.c.
¿Es todo lo que existe?
¿Es distinto de todo lo que existe?
¿Es como el alma de la naturaleza?
¿Es una ley?
¿Es simplemente la armonía de las fuerzas?
¿Está en nosotros mismos?
¿Es nosotros mismos?
DIOS Y HOMBRE VERDADERO
ReflexiĂłn sobre los textos bĂblicos del Tercer Domingo de Pascua – 250504
Cuando estoy con problemas ÂżConfĂo en JesĂşs que me inspirará el modo de resolverlos? ÂżProcuro imitar a JesĂşs en los gestos humanos que están a mi alcance, en la vida domĂ©stica o en la vida laboral? ÂżMe he dejado encantar o conmover por la grandeza divina de JesĂşs? ÂżAmo a JesĂşs como AMIGO y lo adoro como DIOS?